Joven o Blanco: Este tipo de mezcal se embotella inmediatamente después de la destilación, sin pasar por un periodo de reposo o envejecimiento, manteniendo así los aromas y sabores frescos del agave.
Reposado: Mezcal que se deja reposar entre 2 y 12 meses en barricas de madera, en condiciones controladas de temperatura y humedad. Este proceso aporta una suavidad adicional y complejidad en el sabor.
Añejo: Mezcal que envejece por más de 12 meses en barricas de madera, también en condiciones estables de temperatura y humedad, desarrollando un perfil de sabor profundo y maduro.
Madurado en Vidrio: Este mezcal se conserva en envases de vidrio durante más de 12 meses, en un espacio oscuro y con temperatura y humedad constantes. Los recipientes de vidrio, de entre 5 y 20 litros, permiten que el mezcal intensifique su sabor con el tiempo, sin la influencia de la madera.
Abocado con: Mezcal que se infusiona con ingredientes naturales, como frutas, hierbas o especias, para añadir un perfil de sabor especial. Comúnmente se emplean en frutas y hierbas.
Destilado con: Este mezcal se elabora con ingredientes adicionales en el alambique, como frutas, especias, pechuga o carnes, que se incorporan durante la destilación y aportan sabores únicos al mezcal final.
Cabe mencionar que Mezcal Amarás no utiliza producto animal dentro de la producción del mezcal.