José Fabián Estrada es diseñador gráfico, así lo reconocen por su profesión, pero él se niega a tal formalidad. José o Maldito Perrito, como también le gusta llamarse, no se considera ni diseñador gráfico, ni artista, ni ilustrador; mientras más alejado esté de eso, mejor. Lo que a él realmente le gusta además de los perros y las mandarinas es dibujar, así que, pretende que lo definan como dibujante, pues es lo que más le gusta hacer.
Con dibujos coloridos e innegablemente alegres, Maldito Perrito cuenta la realidad de su ciudad, lo cotidiano y los personajes que alimentan y representan su entorno. Para el espectador, mínimo como mexicano, es imposible no reconocerse en la obra de Maldito Perrito más de una vez, si no es un dibujo de un domingo en el tianguis, un taquero o la señora de las quesadillas, entonces es un puesto de tepaches, perros callejeros, la ineficiencia del transporte público y demás elementos que cualquiera puede percibir con una sensación de pertenencia. Lo abrumador que puede llegar a ser lo cotidiano de la ciudad, José Estrada lo convierte en amigable y encantador.
Para una de las etiquetas de Mezcal Verde, Maldito Perrito decidió dibujar “el tlachiquero”, el guardián y productor del pulque, un oficio que tiene mucho tiempo de existir en México. El tlachiquero es la persona dedicada a extraer el aguamiel del maguey y también de plantar y cuidar el desarrollo de dichos magueyes. Maldito Perrito expresa que “sin magueyes no puede haber tlachiquero, sin tlachiquero no puede haber pulque y sin pulque no hay nada, no hay pachanga, no hay mitote dijeran”.
Lo importante para él no son los dibujos, sino los movimientos e ideas a los que da voz, pues piensa que la mayoría de veces su labor es dar vida a otras voces. Desde siempre ha utilizado papel y lápiz para plasmar todo lo que ve, todo aquello que lo rodea, lo alegra, lo lastima; lo colorido y oscuro de ser mexicano.
Etiqueta de Maldito Perrito para Mezcal Verde Amarás.
Él se hace llamar Maldito Perrito por su barrio, por sus raíces. Si José Estrada fuese una animal, él elegiría ser un perro de la calle, no uno domesticado. Ese es su oficio como dibujante, pasearse por las calles y lo que sea que llame su atención, de inmediato plasmarlos en un trazo.